Constantemente escuchamos y leemos sobre la importancia de tener un sistema inmunológico fuerte para protegernos de enfermedades, pero ¿sabemos qué es y cómo se relaciona con una buena alimentación?. Aquí te lo explicamos de manera sencilla.
El sistema Inmunológico es la barrera natural de defensa del cuerpo y trabaja para protegerlo contra organismos invasores, como bacterias, virus, hongos y otros agentes patógenos, así como contra células anormales y toxinas.
Un sistema inmunológico fuerte es fundamental para.
- La protección contra enfermedades: Un sistema inmunológico fuerte puede identificar virus y bacterias y combatirlos de manera más efectiva.
- Una recuperación más rápida: Un sistema inmunológico robusto puede ayudar a reducir la probabilidad de contraer enfermedades, o en caso de enfermar, puede acelerar el proceso de recuperación.
- La salud a largo plazo: Un sistema inmunológico fuerte puede ayudar a reducir el riesgo de enfermedades crónicas al combatir la inflamación y proteger contra daños celulares.
- Mejor calidad de vida: Un sistema inmunológico fortalecido no solo protege contra enfermedades, sino que también puede mejorar la calidad de vida al proporcionar más energía y vitalidad.
- Los factores ambientales: Con un sistema inmunológico fuerte, el cuerpo puede defenderse mejor contra alérgenos, toxinas ambientales y otros factores que podrían afectar la salud.
Una alimentación saludable y balanceada aporta los nutrientes necesarios para fortalecer el sistema inmunológico y esto se logra, a través de la incorporación a nuestras comidas diarias de frutas y verduras que aportan vitaminas y minerales, proteínas como pescado, aves, legumbres y nueces, grasas saludables entre ellas, aceite de oliva, aguacate, frutos secos, una muy buena hidratación, en especial agua e infusiones y no menos importante, un descanso adecuado, que complemente ese refuerzo a nuestra inmunidad.