Una alimentación balanceada es fundamental para el crecimiento, desarrollo y bienestar a largo plazo durante la infancia y la adolescencia. Estos son algunos de los aspectos más importantes que brinda una dieta adecuada:
- Proporciona vitaminas, minerales, proteínas y grasas balanceadas necesarias para un crecimiento óptimo y el desarrollo de huesos, músculos y órganos.
- Una dieta balanceada mejora la concentración, el enfoque y el rendimiento cognitivo en la escuela y en actividades extracurriculares.
- Los hábitos alimenticios adquiridos en la infancia y adolescencia tienden a persistir en la edad adulta, por lo que es crucial inculcar hábitos y conciencia desde temprano.
- Una alimentación balanceada puede ayudar a prevenir enfermedades crónicas como la obesidad, la diabetes tipo 2 y enfermedades cardiovasculares en etapas posteriores de la vida.
- Fomentar la importancia de la alimentación balanceada puede influir positivamente en las elecciones alimenticias en entornos sociales como la escuela o salidas con amigos.
- Una dieta equilibrada y actividad física ayudan a controlar el peso y reducir el riesgo de obesidad, índice que está peligrosamente en aumento en niños y adolescentes.
- Los padres y cuidadores que mantienen una alimentación balanceada influyen en las elecciones alimenticias de los niños y adolescentes.
Promover una dieta equilibrada y variada, con énfasis en frutas, verduras, proteínas magras y granos enteros, es esencial para la salud física y emocional de los niños y adolescentes.